Prisión perpetua para Iván Jiménez por el crimen del excombatiente de Malvinas
Este miércoles pasadas las 15 la Justicia dio su dictamen en la quinta jornada del juicio oral. Iván Jiménez fue encontrado culpable como "coautor" del homicidio de Jorge Maturano, durante un asalto ocurrido en julio del año pasado.
El fallo desató el llanto y la disconformidad de los familiares de Jiménez, lo que terminó obligando el desalojo de la sala por parte de la Policía.
El único implicado en el crimen escuchó la sentencia con gestos afligidos, con los ojos cerrados, con sus manos en la cara. Después se puso de pie, les dedicó unas palabras a sus parientes y lloró: “Los amo”.
Pero antes de salir y sin que los policías que lo custodiaban pudieran evitarlo estampó su cabeza contra la puerta de madera.
La familia del ahora condenado a pasar al menos 25 años en la cárcel, le gritaron al tribunal la inocencia del hombre y que buscara “a los verdaderos culpables”.
La última audiencia comenzó atrasada y se desarrolló con la sala llena. Antes del mediodía comenzaron los alegatos y alrededor de las 13 los jueces dispusieron un cuarto intermedio para dar a conocer la sentencia.
Después de más de 2 horas, el tribunal de la Cámara Penal Nº 2 de San Luis conformado por los jueces Fernando Julio De Viana, Hugo Guillermo Saá Petrino y Gustavo Adolfo Miranda Folch, declaró culpable a Daniel Jimenez “por coautor del delito de homicidio calificado criminis causae”, en contra de Jorge Maturano, en julio del año pasado.
En consecuencia lo condenaron a cumplir la pena de prisión perpetua, “accesorias de ley y costas procesales, proponiendo su alojamiento en el servicio penitenciario provincial”.
Para la fiscalía que había solicitado reclusión perpetua, las pruebas presentadas “no generaron cuestionamientos”, y entendió que fue fundamental el hallazgo del celular y la tarjeta de crédito del excombatiente en la casa del imputado.
También se tuvo en cuenta el informe del forense, a partir del cual se estableció que los delincuentes “sorprendieron a Maturano”, que lo balearon y que no le dieron tiempo para defenderse. Por lo tanto, se consideró que la muerte “fue alevosa”.
La defensa, por su parte aseguró que los argumentos utilizados como pruebas eran “forzosos”, y resaltó que el allanamiento en la casa del acusado “fue irregular”, ya que no se hizo “con los procedimientos correctos”.
“Para que descanse en paz”
Los hijos, los hermanos y amigos de Jorge Maturano permanecieron en silencio durante la audiencia. La sentencia era lo que esperaban desde hace muchos meses con mucha esperanza. Querían justicia para que el veterano de guerra, el padre, el esposo y el amigo “descansara en paz”.
Cuando ocurrieron los disturbios, los efectivos policiales los custodiaron y los sacaron del lugar para evitar cualquier incidente.